LA LECCIÓN DEL PERRO ENFERMO
Domingo, 26 de agosto de 2018.
Hace cuatro semanas atrás mi perro, mejor dicho el de mi hijo, debería estar descansando en paz. Me había rendido ante su mal estado de salud. Lloré mucho al ver su estado y sintiéndome responsable de su estado deplorable.
Confié en el mejor veterinario, hasta ese momento, le regalé dinero más que ganárselo. Todo hicieron mal, lo estaban matando y nosotros éramos sus cómplices.
La postura muy humana y sensible de mis hijos, cambió ese sábado por la mañana la situación en casa. A pedido de ellos, acompañado de mi enojo por el cambio de decisión a último momento, lo llevamos a otra veterinaria de nivel indeterminado.
El enojo se debía a la sensación de estar prolongando la agonía. Algo que cambiaría en menos de una hora.
El enojo se debía a la sensación de estar prolongando la agonía. Algo que cambiaría en menos de una hora.
El trato que recibimos, incluidos el perro, nos hizo despertar del letargo que los otros ineptos nos habían sumergido. Verlo ser bien tratado y cuidado, despertó la esperanza que había perdido.
Pasaron los días y hubieron mejoras. A los cuatro días ya caminaba de vuelta, se acercó a la puerta pidiendo que le lleváramos a casa. Lo que pudimos cumplir recién al día siguiente.
Lo trajimos como pudimos, en el vehículo que se movía demasiado para su estado algo enclenque. Al llegar a casa, recorrió con sus pocas energías los escalones para entrar y el jardín.
Verlo flaco y demacrado da pena pero lo tenemos con nosotros.
Ahora sigue vivo y cuando su ánimo está cargado nos deleita con su acostumbrada felicidad.
Verlo flaco y demacrado da pena pero lo tenemos con nosotros.
Ahora sigue vivo y cuando su ánimo está cargado nos deleita con su acostumbrada felicidad.
Es el símbolo del cambio en los miembros de la familia. Todos cocinan especialmente para él, aprendieron a poner suero, darle los medicamentos. Recibe mucho cariño y es una gran lección: No podemos vivir esquivando los problemas que aparecen. Abandonar a los que queremos cuando tienen problemas.
Dicen algunos profesionales que los animales con ciertos problemas de salud nunca se recuperan y prefieren "dormirlos". Estos veterinarios nos mostraron un lado diferente, el lado esperanzador.
Gracias de corazón por esa oportunidad de hacer lo correcto.
Beatus,
Agosto 2018
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