BUSCANDO A LA FAMILIA
Mi familia ha sido de pocos integrantes hasta que me casé con una mujer de mucha familia, muchos miembros y nosotros dos colaboramos con tres y fuimos cinco en total. Pero al mirar atrás y ver que mi madre, mi hermano y yo, eramos una familia corta de miembros y sin contactos con el pasado.
Ambas familias tanto la del apellido paterno y materno no han sido totalmente explotadas por mi, en el caso del apellido paterno, mi madre quien se separó de mi padre, me prohibió terminantemente acercarme a él o a otros miembros de su familia. Así que nunca pude cultivarlos del todo y con eso, que ellos eran muchísimos miembros. Hasta casi el final de los días de mi viejo, ya estando casado y mayor, no pude acercarme a él.
Con la familia de mi madre, ocurre algo igual y no fue hasta hace poco en que quise investigar los parientes anteriores a mi madre, que encontré datos interesantes. Ahora tengo un árbol montado y nombres, fechas y lugares de mi familia. Historias que mi imaginación recrea al leer los documentos que demuestran algunos hijos naturales, extra matrimoniales y luego reconocimientos de los mismos, lo que lleva a que sus documentos no sean fácilmente accesibles para mi, ni para la policía.
Además en aquellas época de fines de 1800 y comienzos de 1900, muchos datos personales no eran registrados, salvo aquellos religiosos, en las iglesias. Pero si tu antepasado era hijo natural, no encontrarías a su padre en el registro.
La búsqueda de los hilos invisibles que atan a esas almas se vuelve apasionante.
Cada vez que creo llegar al final de la búsqueda, eso no hace más que extenderse e iniciarse nuevamente.
Continua la búsqueda, seguiré relatando en modo de cuento las etapas.
Nicolás
julio 2020
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