TRES APELLIDOS - PARTE 2
3-LAS CAUSAS.
Luego de varias invitaciones rechazadas Ignacio llegó por fin a merendar a la casa de Pilar.
Estas se repetían casi a diario, para ello Ignacio utilizaba pretextos de compañeros y fútbol. Hastaesa tarde en que Felisa decidió apostar fuerte y preparó lo necesario para ausentarse con una falsa disculpa, dejando a ambos a su libre albedrío.
Para Pilar sólo fue cuestión de dejarse llevar por el momento y la nueva experiencia. El miedo puso su toque a la intimidad. El instinto hizo el resto. La felicidad que emana de un acto no planeado y que contradice algunas normas puritanas, le llenó de felicidad momentánea, que se quebró cuando enfrentó a su madre con la noticia de un extraño comportamiento de su cuerpo.
Dolores reaccionó con calma, algo asustada por lo que estaba ocurriendo con su hija. Pero todo se descompuso cuando se enteró de la participación de Felisa. El altercado entre Dolores y Felisa fue descomunal. Terminó en una ruptura de relaciones entre ambas. Pilar y su nuevo estado se encontraban en el medio de la discusión entre ambas mujeres. Dolores asumió la situación de su hija y decidió conversar con los padres de Ignacio. Para ella, la solución es que los jóvenes enamoradosse casasen. La sociedad lo exigía.
Pilar e Ignacio eran muy jóvenes como para entender las escaramuzas que se desarrollaban entre ambas familias, el tira y afloje, las acusaciones hacia Dolores por haber facilitado el encuentro y por supuesto, las consecuencias de la misma. Las discusiones subían de tono. Dolores puso calma en las familias, desplegó buenas razones para que ambos se casasen y que pudieran continuar conn las familias, desplegó buenas razones para que ambos se casasen y que pudieran continuar con sus vidas juntos, si ellos lograban mantenerse. La madre de Ignacio aceptó la situación pero con la condición de que ambos vivieran bajo su techo, la que fue rechazada por Felisa. Las discusiones continuaron, hasta que el padre propuso que ambos vivieran donde la nueva madre se sintiera mejor y Pilar decidió que vivieran con su madre y su abuela.
El casamiento y la fiesta cubrieron las expectativas de las familias. La sociedad les observaba con ganas de alimentarse de ellos, cada uno vivió la experiencia de manera diferente: para Pilar eIgnacio fue un cambio rotundo en sus vidas, para Dolores no cambió el hecho de que su hija estáembarazada, para la madre de Ignacio el hecho de que su hijo no estuviera con ella y para Felisa lasatisfacción de haber logrado su objetivo.
Para Ignacio la nueva vida en la casa fue un placer, no le faltaba nada y las mujeres hacían su mejor esfuerzo para que el joven se sintiera dichoso. Los nueve meses pasaron bien, dentro de lo normal, Pilar demostró su fortaleza sobrellevando el embarazo sin inconvenientes y con buenapredisposición.
El nuevo miembro de la familia llegó con alegría y bendiciones, cada familiar se vanagloriaba de su linaje encontrando relación entre la fisonomía del bebé con algún familiar o consigo.
4-LAS CONSECUENCIAS.
El amor sometido a presión se resquebraja, llegan los roces y las chispas. Al llegar el bebé también llegaron los trabajos, los cuidados, las presiones y las responsabilidades. Así nacieron también los problemas entre los recién paridos. Es una prueba dura para los que no están impregnados del amor que ello conlleva.
Ignacio, niño acomodado y acostumbrado a recibir más que a dar, prefería la compañía de su familia que la de su esposa e hijo. Esto enojaba a Pilar que no lograba entender del porqué de este comportamiento.
Dolores, preocupada por el mal momento que pasa su hija, no le extraña la separación de los jóvenes enamorados, ahora devenidos en familia. El amor que la maternidad exige no siempre escorrespondido.
En la casa de Ignacio crece la preocupación por el bebé que estaba en poder de esas mujeres. La madre de Ignacio quería que el bebé estuviera con ellos para que recibiera mejor educación, pero no convencía a la madre de que se lo entregaran. uando las las tormentas personales abruman el sentido común, las negociaciones no llegan abuen puerto. Los pocos escrúpulos de Felisa lograron que Pilar se llenara de enojo. Luego llegaría la peor parte: La entrada al ruedo de los abogados y amigos del poder.
La familia de Ignacio intentó por medios económicos “adquirir” los derechos de guarda del nieto, pero Pilar se negó. La disputa con la familia y el abandono de Ignacio desenfrenaron su espíritude lucha que no podía ser acorralado.
El juez había dicho que debía demostrar capacidad para mantener a su hijo con un trabajo estable. Los amigos de la familia, sumado a su férrea voluntad la ayudaron a sostenerse en una oficina pública. Eso la llevó a abandonar el colegio para iniciarse en el mundo laboral, un nuevo frente despiadado, donde varones creían que por ser separada debían molestarla y probar su suerte sexual con ella. Sólo diez y seis años y enfrentando a tantas fieras en la selva humana, que lograba gracias a algunas compañeras de trabajo que la protegieron permitiéndole mantenerse entera en esa lucha.
5-FINAL.
En la casa, las opiniones encontradas entre las tres mujeres habían hecho mella en lasrelaciones. Felisa que quería obtener el rédito económico por la custodia y Pilar cuya dura posición,de no aceptar ayuda económica de la familia de Ignacio, generaba roces que nunca antes habíanexistido. El amor incondicional estaba en quiebre. Dolores acompañaba a su hija en su decisión, loque le acarreó mayores problemas que antes.
La calma para Pilar llegó cuando entendió el mecanismo de la nueva vida, pudo comprenderlos códigos de los ataques y como esquivarlos, cuando pudo leer los ojos de sus adversarios yaprendió a manejar sus propias armas. Allí Pilar logró la paz a medias, la que nos acompaña a todos en el día a día.
Porque las personas no cambian uno debe guarecerse en sí mismo, la familia sigue siendo igual. Algunas personas no aprenden de los errores y otros ni siquiera ven esos errores.
En su habitación Pilar mira a su bebé que sonríe en sus brazos. Dolores ordena las ropas del bebé para ayudarla en sus tareas diarias.
—Pondré estos pañales en éste cajón, ¿te parece bien?—Dolores busca mantener la relación con la hija y calmar la fiera de su hija.
—En el del medio están las demás—las disputas han hecho mella en el carácter de Pilar que desconfía de las amabilidades—así las encuentro más fácilmente.
—¿Por qué llegaste tarde hoy?—Dolores metió el dedo en la llaga.
Pilar que le dirigió una mirada irritada.Esto de ser buena dactilógrafa me da mucho trabajo, a veces interminable.
—Eso es bueno.
—No siempre. Me aleja de mi hijo.
—No te preocupes, nosotras estamos para ayudarte.
—No sé si eso es mejor. Ya no sé quiénes son mis adversarios.
Dolores que evitaba confrontaciones siguió ordenando las cosas, era más sabio callar a encender la mecha. Algo que Felisa no había aprendido, tal vez la edad, por eso de entrometida dijo
—¡Sos mal agradecida mi hija!, si no fuera por nosotras no tendrías apoyo en éste momento tan difícil, no hubieras encontrado apoyo en otros…
—¡Mira quién lo dice! ¿Acaso no estabas de acuerdo en entregarlo para una buena educación y sostén?—La voz de Pilar se encendió. Por ello se levantó y se dirigió a la sala para estar a solas con su hijo.
Dolores que miraba enojada a su madre, no terminaba de sorprenderse por la actitud de la anciana que no se rendía ante la nueva realidad.
—¡Esta nena mal agradecida, que no ve las cosas buenas que le dimos ¿Qué sería de ella sin nosotras?
Dolores, cansada de su madre, respondió.
—¡Sería una nena todavía!
Beatus
Agosto 2016
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